Siempre pensamos que controlamos lo que nos sucede, que somos nosotros quienes elegimos, que tenemos todo bajo control; pero no es así. Creo en el destino, creo que hay una fuerza (si se quiere un Dios), mucho mas grande que nosotros, creo que todo está escrito y está destinado a ser y a suceder, como diría Paulo Cohelo en su libro"El alquimista", definiendo la palabra "MAKTUB", que significa "estaba escrito", y quiere representar "todo aquello que el hilo sutil del destino conecta con nuestra vida, según el Plan Divino, y con nuestra alma y el Divino Ser Supremo".
Me siento identificada con este libro, pues contiene ideas y conceptos que comparto en demasía, como cuando afirma que: "Cuando deseas alguna cosa, todo el universo conspira para que puedas realizarla" o: "El mundo habla muchos lenguajes". Me apasiona la idea de que haya un hilo, un imán que nos lleva a donde debemos estar, al lugar donde nos necesitan, al lugar donde vamos a encontrar el amor, al lugar donde vamos a encontrar lo que queremos, incluso, al lugar donde vamos a encontrar la muerte.
Es quizás la esperanza que encuentro implícita en el hecho de sentir y creer que no estamos solos, que hay una esperanza para nuestro sueños (si de verdad los anhelamos con el corazón) y que el destino nos habla a través de señales mundanas que tenemos que aprender a descifrar. Es por esto, que, según una última frase de este extraordinario libro: "tenemos que estar siempre preparados para las sorpresas del tiempo".
